Al hablar de The Starting Line probablemente se viene a la mente su éxito de 2002 “The Best Of Me”. ¿Qué me dirías si te dijera que esa icónica banda de pop-punk regresó con un nuevo material, Eternal Youth?
La agrupación originaria de Pensilvania regresa tras 18 años desde su última producción, Direction.
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A más de una década The Starting Line regresa con Eternal Youth
Después de un largo descanso y casi 18 años sin una producción musical nueva. Los originarios de Pensilvania y old school del pop punk dosmilero regresan.
Bajo el título Eternal Youth, The Starting Line vuelve con un material completamente renovado.
Si bien su álbum debut de 2002 Say It Like You Mean It fue el que los catapultó con éxitos como “The Best Of Me”, y su consolidación llegó en su icónico material de 2007, Direction.
Tenía que llegar 2025 para que la banda se reuniera y entregara una producción de principio a fin.
Con un aura más oscura y menos happy punk, a lo que el 2002 estaba acostumbrado, es como The Starting Line vuelve.
A través de 11 tracks la banda explora los riffs básicos del pop-punk, pero la voz de Kenny Vasoli claramente crecida le da un toque único y refrescante.
Como una evolución a través del tiempo, y después de un considerable hiatus, el quinteto renovó sus cartas musicales y también apostó en este nuevo álbum a un sonido más tirado hacia el rock.
Bajo la dirección de Will Yip (Panic! at the Disco) y Rich Costey (Foo Fighters), Eternal Youth desenvuelve su sonido.
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Con un enfoque más melancólico, el álbum suena profundo. De acordes duros y letras abismales.
Un giro completamente obvio tras las razones de su pausa musical.
En entrevista con Rolling Stone, Vasoli explica que en aquella época, cuando se dio su hiatus, no estaban muy seguros de sacar un nuevo álbum. Y que no sabía si en aquel entonces los escuchas realmente les importaría de cualquier forma.
Y es que su último material de 2016, Anyways, no fue de los más reconocidos, pues al ser una época donde el metalcore ganaba terreno, las bandas de pop-punk de antaño se volvían un tanto irrelevantes.
Sumado a que existía otra generación de pop-punk que se colaba muy bien por los oídos, como era el caso de Neck Deep o The Story So Far.
Eternal Youth un paso a crecer
El álbum abre con “I See How It Is”, una gran remembranza a la época dorada de la banda. Que, a través de 2 minutos de duración, nos hace darnos cuenta que esta banda ya cuenta con más de 25 años de carrera.
Mientras “Sense of Humor” es todo lo que se esperaba de este álbum. Una combinación de pop-punk de antaño con dejos de frescura para los amantes del género entrados en años.
Los arreglos de “Circulate” nos recuerdan a propuestas como mgk y su éxito en rosa Tickets To My Downfalls.
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El cual prevé la melancolía de “Defeating The Purpose + Pivot”, que, gracias a la desgarradora voz de Vasoli, le da un toque oscuro que no era muy frecuente en el sonido de la banda hace 20 años.
Y es que Eternal Youth de The Starting Line es una lucha constante entre la derrota y el siguiente paso. De ahí que los acordes acompañados de la presente batería conjunte un sonido doloroso pero necesario.
“Eternal Youth” tema homónimo al nombre del álbum, te envuelve entre frases como “Una liberación de inhibiciones. Igualador de la verdad. Una creencia o premonición. Rogando por el tiempo de alcanzar una tregua”.
Como si este material hiciera voltear a la banda a su pasado y le pidiera tiempo al tiempo que no dejó de correr.
El regreso de The Starting Line a la escena musical con Eternal Youth
Con un toque mucho más melódico, más rock y apreciando el sonido pop-punk que los impulsó a principio del milenio.
La banda genera una buen sabor de boca con su regreso en pleno 2025.
A través de un sonido que deja ver el crecimiento del grupo, y con integrantes que dedicaron su tiempo a pensar por completo sobre su regreso. No cabe duda que este material es una apuesta para los viejos y nuevos escuchas.
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Hacia el final del álbum se escuchan canciones como “Granted” o “Enjoyment” que tiran a ratos a nostalgía a la Blink-182.
Mientras que “Humility” y “Benchmark” cierran con fuerza un álbum que pocos podrían haber imaginado que llegaría casi 18 años más tarde de una banda que parecía haber desaparecido.
