La versión de 2025 de Superman es política. Por su vena principal corre la crítica a la intolerancia, la lucha frente a la injusticia, la vulnerabilidad masculina y la esperanza por la bondad.
No por ello la película es menos entretenida. La entrega protagonizada por el actor David Corenswet está llena de acción, risas básicas, momentos para llorar y divertidas secuencias musicalizadas.
Parece que Superman en manos de James Gunn ha logrado al héroe que más podría necesitarse en estos momentos.
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Superman vuelve en 2025 con un giro
¿Cómo impedir una guerra y evitar que miles de personas mueran a manos de los poderosos significa convertirse en la persona más odiada del planeta?
Parece ficción, pero la realidad está velada entre los diálogos de la última entrega del superhéroe de mallas azules.
La trama comienza en plena batalla entre un soldado conocido como el martillo de Boravia y Superman, quien ha desatado una crisis geopolítica por defender a los despojados.
En medio se encuentra Lex Luthor y su obsesión por destruir a Superman, no sólo de forma física sino hasta su reputación. Hay campañas en su contra, fake news y cuestionamientos por la posición política del héroe, cuando el súper hombre evitó que los inocentes murieran.
Ese y otros tintes críticos a la intolerancia o la discriminación hacia los migrantes se ven en la cinta de más de dos horas de duración.
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De migración y rebeldía bondadosa
Lo dijo el propio director James Gunn, “esta es una película política”. No podría o debería ser de otra forma si hablamos de superhéroes.
Primero por su discurso sobre la migración. Clark Kent es un “migrante” en palabras del cineasta a cargo de esta nueva entrega. El protagonista vino de otro planeta para adaptarse a los humanos, e incluso, ayudarlos.
Una característica que tiene su origen en los creadores del cómic Jerry Siegel y Joe Shuster. Ambos hijos de migrantes judíos que lucharon por sobrevivir a una vida de limitantes económicas en los años 30 en Estados Unidos.
Segundo, por su alta estima en la justicia, en socorrer a los más vulnerables: desde un niño hasta una ardilla o más allá, empatizando con los monstruos que atacan la ciudad.
El lado pop punk de Superman está en su vulnerabilidad
En la entrega de 2025 Superman parece un “rebelde” que busca la bondad en los demás.
“Estoy contando la historia de un tipo excepcionalmente bueno, y eso se siente necesario ahora porque ha surgido una mezquindad debido a la crueldad de las figuras culturales en línea”, dijo Gunn a The Times.
Este héroe necesita ayuda de quienes creen en él. De su novia Lois Lane para ir hasta otro universo cuando nadie más confía en él. Así como de sus padres adoptivos que le recuerdan que las cosas que nos definen son nuestras acciones y no el presunto destino.
Este Superman sí es correcto, justiciero, pero evitará las “reglas” por poner primero la bondad.
No es un súper hombre infalible, es un humano susceptible a los prejuicios y dudoso de sus acciones, cuando salvar a los otros es un acto de riesgo, en un mundo que prefiere tolerar la violencia.
No deja de ser un hit de verano
¿Quién dijo que algo mainstream no puede tener poder discursivo? Podemos pasar un buen rato en el cine mientras nos duele la vida.
@superman Well, do you? 👀 #Superman ♬ original sound – Superman
La versión 2025 de Superman tiene esa cualidad. Con el sello de James Gunn verás cameos risibles, secuencias divertidas al estilo Guardianes de la Galaxia, bromas inocentes y momentos random que aligeran el trasfondo.
Sin duda, esta no es la película enredada que suelen exigir los fans de las sagas de cómics. Es la dosis exacta entre entretenimiento y convicción que necesita el cine comercial.
La película está disponible en la cartelera desde el 10 de julio. ¿Qué expectativas tienes sobre Superman?