La banda Wet Leg lanza Moisturizer, un álbum que podría marcar la carrera del grupo que está redefiniendo el sonido del rock, punk, alternativo británico.
Luego de volverse virales con la canción “Chaise Longue” en 2021, pegajosa y eróticamente voluntaria, el antes dueto de la Isla de Wight lanza su segundo material de estudio. La post pandemia parece ayudarles a entregar un sonido más sólido.
Wet Leg eleva su propuesta con Moisturizer
El álbum cuenta con 12 tracks, repleto de momentos que tiran al post punk ligero, a ratos es etéreo, sentimental y otras veces intenso. Menos suave que su trabajo homónimo anterior, pero mucho más memorable.
A lo largo de cada canción se encuentra la autoexploración de su vocalista Rhian Teasdale. Una introspección sobre el amor como un abismo, un salto de fe que puede doler. Pero también de los sentires que experimenta, más allá de ser o no trascendentes.
@wetlegband be afraid 🧚 be very afraid 🫶 we on the cover of @Crack Magazine #wetleg ♬ CPR – Wet Leg
Este proyecto musical habla de amor. De la vorágine que experimenta Teasdale ahora desde un punto de vista queer.
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“Solo había salido con hombres hasta que tuve a mi pareja… Siento que el mundo está saturado de canciones de amor desde una perspectiva muy heteronormativa y no me interesaba en absoluto. Pero creo que el amor me golpeó realmente fuerte esta vez”, dijo la cantante a Los Ángeles Times.
Un tránsito oscuro, bailable, memorable
Wet Leg arranca Moisturizer con “CPR”, el segundo sencillo del álbum. Aquí comienza la evolución de su sonido, más oscuro comparado con la música de su primer material. El tema refiere al método para resucitar después de un infarto, gran metáfora para definir el caos del amor.
La ensoñación triste suena después con “liquidize” y pisa el acelerador de nueva cuenta con “catch these fists”, un sencillo pegajoso, dance-punk, que recuerda al sonido que posicionó a Wet Leg entre sus seguidores. Ideal para ver en vivo, brincar y gritar.
“davina mccall” y “jennifer’s body” decantan sus letras y sonido en lo etéreo, más bien obsesivo que puede tornarse comenzar a pensar en alguien que te gusta.
“Mangetout” tiene todo lo que le puede gustar a quienes siguen a la agrupación desde sus inicios, al igual que “pond song” y “pokemon”. Las tres propuestas bajan las revoluciones a la mitad del álbum, irónicamente con riffs imposibles de sacar de la cabeza.
Rumbo al cierre destaca “pillow talk”, uno de los tracks más memorables del material. El tono es oscuro y atrevido. Tira a un sonido industrial post punk con alusiones eróticas que distinguen a Wet Leg.
Su oda a las complejidades de estar en el proceso de enamoramiento culmina entre los beats dulces de “don’t speak”, el valle oscuro de “11:21” y en rítmico “u and me at home”.
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Una propuesta más robusta
Hay que destacar que a la alineación de la vocalista Rhian Teasdale y la guitarrista Hester Chambers se sumaron nuevos integrantes. El bajista Ellis Durand, el baterista Henry Holmes y el guitarrista Joshua Mobaraki.
“El sonido más potente de este álbum es simplemente resultado de cinco personas que han estado de gira juntas durante algo menos de tres años”, explica la Teasdale.
Si su primer disco eran pequeñas piezas de un dream rock fresco y atrevido, Moisturizer es el álbum que podría marcar la carrera de Wet Leg. La producción es más elaborada, la intención potentemente susurrada sigue ahí, pero con detalles más finos.
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“Simplemente nos estábamos divirtiendo y explorando”, cuenta Chambers. En efecto, Moisturizer de Wet Leg es divertido, bailable, memorable.
Nuestros oídos dicen 10 de 10