El proyecto musical Juchirap levantó las manos de Guanajuato con sus rimas en el Festival Cervantino 2024. Estos morros llevan Juchitán, Oaxaca y su cultura tatuados en la voz.
@revulsion.mx @Juchirap crew se rifó los mejores versos en zapoteco en el festival @Cervantino 🎤 El grupo rapeó contra la desigualdad, con un mensaje que retumbó en Guanajuato. 🔥 #FIC52 #festivalcervantino #cervantino #rap #oaxaca #juchitan #juchirap #musica #revulsionmx ♬ Son de Acá – juchirap
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‘Juchirap, Juchirap, Juchirap’: El Cervantino corea en zapoteco
“Los raperos no nos querían por rapear en zapoteco. Los poetas no nos querían por rapear en zapoteco. Y ahora estamos en el Cervantino”, exclamó uno de los integrantes de Juchirap, proyecto conformado por Cosijopi Ruiz, Antonio Sánchez y Lenin Pacheco.
Su objetivo principal es difundir el lenguaje, la cultura y las tradiciones de su comunidad, pero en especial, la idea de que hay otras alternativas a la violencia y el crimen aunque crezcas en el barrio.

Los reclamos contra las balas y la discriminación inundan sus letras. Las cantan en español y zapoteco. Con ganas de decirle a los niños y niñas del barrio que se puede vivir de la música frente a la desigualdad.
“Si quieres hacer algo, muévete”, sentencian antes de cantar “Biniibi’ I’cu”, que significa “mover la nuca” en zapoteco y que ellos significaron como mover las ideas.
Y le recuerdan constantemente a los chavos que los escuchan, que “no tienen que estar jodiendo”, al referirse a unirse al crimen. Sino que ellos también se pueden convertir algún día en pintores y hasta músicos.
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“Somos la voz de la banda convertida en rap”.
juchirap
Transformando almas con rimas
Juchirap abrió las presentaciones de La China Sonidera y Los Pream, dos bandas que también llevan en las venas el sonido tradicional de Oaxaca mezclado con la cumbia, el jazz y a ratos el funk.
Sin instrumentos, acompañados de un DJ con laptop y tres micrófonos, no necesitan más para conectar con la gente que mueve sus brazos de arriba a abajo siguiendo el beat.


Su rap cuenta las historias de los jóvenes del Istmo. La música a veces se combina con lo tradicional de la banda oaxaqueña, la cumbia y uno que otro flow de reggaeton.
“Les vamos a enseñar zapoteco, será fácil”, dijeron desde el escenario de Los Pastitos, en la entrada del Centro de Guanajuato capital. Aunque realmente pidieron al público del Cervantino acompañar su beat con un “¡Eh!” para bromear.
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Cantaron entonces “Mi gente”, dedicada a las juventudes, “Chonna Badu” y “Somos de Acá”, rumbo al cierre de su presentación nocturna.
Agradecidos con el público de Guanajuato, Juchirap se despidió del Cervantino con los saltos y los gritos de las personas. Poniendo en alto su lenguaje, su pasión y sus ganas de transformar la realidad con el poder de las rimas.