La esperada película de 2024, Joker 2: Folie à Deux por fin llegó y no fue lo mejor que le pudo pasar a la secuela del fenómeno de 2019.
Con una alta expectativa, ¿realmente vale la pena ver la nueva entrega de Todd Phillips?
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Joker 2: Folie à Deux, las segundas partes no siempre son necesarias
A pesar de que en 2019 Todd Phillips sorprendió al mundo con la renovación de uno de los villanos más queridos dentro del mundo de los cómics, esta vez no fue nada asertivo.
Con la increíble actuación de Joaquin Phoenix como Arthur Fleck, y la incorporación de Lady Gaga como la aclamada Harley Queen, Joker 2: Folie à Deux queda mucho a deber.
Centrándose principalmente en la historia tras la captura de Fleck tras la última escena de Guasón (2019). La nueva entrega de Philips queda corta de historia, con un desarrollo pobre de sus personajes, embelesado en una atmósfera teatral y un juego de luces increíblemente bien hecho.
Y es que la actuación de Joaquin Phoenix realmente no es el problema, pues el actor se ve altamente comprometido con su papel de nueva cuenta. Lo que realmente falla en esta cinta es el argumento dónde y cómo se desenvuelven los personajes.
Si bien la incorporación de Gaga al casting de esta película causó mucha expectativa, sinceramente queda muy por debajo de la Harley Queen interpretada por Margot Robbie.
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El desarrollo de los personajes
Está claro que, aunque los fanáticos no buscaban la clásica representación de Queen, como la de Robbie. El público claramente buscaba una secuaz a la altura del Guasón de Phoenix. Cosa que no sucedió.
Con una trama pobre, y un desarrollo mediocre en el personaje de Gaga y Phoenix, queda claro que Joker 2: Folie à Deux amargamente concluyó como un musical innecesario dentro del mundo cinematográfico de DC.
¿Joker 2: Folie à Deux o LaLaLand?
Previo al lanzamiento de esta cinta, y, tan sólo con los promocionales. El público identificó a Guasón 2 como la nueva LaLaLand, y tal vez no se equivocaron.
Pues lo que nadie imaginaba, es que Phillips abusara del recurso musical para no contar absolutamente nada.
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Que la participación de Gaga se remita solamente a interpretaciones musicales, y escasos diálogos, y que Phoenix incursionara en demasía en el canto; queda claro que la visión de esta cinta no estaba bien planteada.
A pesar que la estética de la cinta es bella, con infinitos juegos de luces, espacios teatrales y tomas creativas. Está por sentado que no es lo único que los espectadores buscan en la esperada secuela de aquella película de 2019.
Un fracaso inminente, o una cinta que no trasciende en el tiempo, es como será recordada (si llega a recordarse) la segunda parte del icónico villano de Batman.
