Destroy Boys escala en su sonido, y regala una imperfecta y creciente identidad en su cuarto álbum Funeral Soundtrack #4.
Los punks de Sacramento, California, entran a una nueva etapa de su vida; reflexionan y evisceran sus más profundos sentimientos en una estética de ola noventera.
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La esencia cruda y emocional del punk moderno con Destroy Boys en Funeral Soundtrack #4
El cuarto álbum de la banda llega con fuerza y tranquilidad, una brutal y contundente lírica engloba el nuevo material de los jovenes punks de tan sólo 25 años.
Explorando, reflexionando y eviscerando sus más profundos sentimientos, Destroy Boys deja salir toda su cruda y emocional esencia que los ha posicionado como una de las nuevas propuestas del punk moderno.
Con sonido noventero, lleno de ligeros y pulcros riffs de guitarras, la ronca voz de Alexia Roditis envuelve al oyente en un viaje de 11 canciones.
Entre insomnios y una soledad forzada, el cuarto álbum de la agrupación nació en una libreta a las 4 a.m. Tras una pandemia y a casi 10 años de carrera musical. Destroy Boys puso sobre la mesa hacia dónde y cómo quiere caminar hacia el futuro.
Nacer, crecer y morir. Experiencias y vivencias plasmadas en grabaciones que formaron discos. Así es como el cuarteto nacido en 2015 se ha desarrollado.
En entrevista con Kerrang!, la banda declaró que cada disco representa una etapa de la vida activa de los músicos: “Empezamos la banda tan jóvenes, y hemos sido tan vulnerables a través de nuestra música durante tanto tiempo en tiempos tan formativos, que realmente muestra el nacimiento, el crecimiento y la muerte de estas diferentes eras de nuestras vidas”, dijeron al medio.
Y admitieron que al ir creciendo también han madurado, y eso es lo que quisieron representar en este nuevo material.
El sonido de Funeral Soundtrack #4
Con influencias de The Smashing Pumpkinsb y Melissa Auf Der Maur, Funeral Soundtrack #4 es un álbum que “suena viejo” de acuerdo a sus integrantes.
Más maduros, más crecidos, eso es lo que representa la nueva música de la banda. Un disco para plasmar su paso de los años por la industria musical y exclamar que “ya no quieren ser pisoteados”.
“Crecer puede ser muy incómodo. Es un viaje. Porque desde los 15 a los 25 años, siento que cada año es enorme. Cambias mucho y aprendes mucho en ese período, a diferencia de cuando eres mayor”.
Destroy Boys a Kerrang!.
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“Bad Guy” y “Plucked” son el banderazo a una lírica introspectiva que se siente encerrada, entre coros, Destroy Boys se preguntan por qué quieren volar y no pueden, de ahí que se sientan como “sólo un pájaro con las alas desplumadas”.
“Beg For The Torture” es una canción completamente visceral, entre gritos, la voz de Alexia le dice al mundo que no le teme a nada.
La mitad de su cuarto álbum está marcada por “Amor Divino”, rola cantada completamente en español. Una declamación del deseo y la vulnerabilidad de Destroy Boys, luchando por mantenerse fiel a uno mismo en un mundo caótico.
“Hay días en lo cuales nos podemos dar el lujo de enterrar cualquier sentimiento y recuerdo”
Destroy Boys
“Una sombra abajo de mi cama. ¿Cómo se llama este fantasma? Es mi espejo, y me persigue hasta que hablemos”, canta Alexia en “Shadow”, que hila la vulnerabilidad de “Amor Divino” y eviscera más miedos que los han hecho llorar y estar muy enojados.
Con un punk muy particular, que suena a la vieja escuela pero que sin duda carga con la esencia de la modernidad, es como Destroy Boys exclama su cuarto álbum de estudio Funeral Soundtrack #4 que es un deleite que conecta cada canción una a una.
La perpetuidad de un momento y un sonido
La brutalidad de “Should’ve Been Me” deja al descubierto el grito de ayuda que el cuarteto busca con su maduréz. Porque crecer también implica pedir ayuda en alto, aunque sea a través del enojo.
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“You Here Yes” es una colaboración que conjunta a Mannequin Pussy y Scowl en un himno lleno de ferocidad y espíritu libres por ser quienes son. Y finalizan con “Boyfeel”, último track de este álbum.
Con un descomunal sonido y líricas, Funeral Soundtrack #4 dejará vivir a perpetuidad los sentimientos, enojos y reflexiones de Destroy Boys en la floración de su veintena.
Un álbum que engloba de principio a fin los últimos diez años de carrera musical de este cuarteto que dejó su adolescencia y abraza su nueva etapa como adultos jóvenes que aún están en el camino hacia en futuro.
