Baghead (2024) acompaña a Iris (Freya Allan), una joven que hereda un deteriorado pub. Sin saberlo, la antigua propiedad viene con una extraña inquilina: una criatura con la capacidad de transformarse en los muertos.
Por Aura Resendiz
La historia se inspiró en el cortometraje del mismo nombre del director Alberto Corredor, quien también estuvo a cargo de la cinta. El corto recibió más de 30 premios en ceremonias internacionales como San Sebastián Horror and Fantasy Film Festival y British Horror Film Festival.
A pesar de contar con el apoyo de la crítica, su adaptación a largometraje no tuvo el mismo destino. La película se esfuerza por intentar sorprender al espectador con un par de tensiones a su trama fácilmente predecibles. Claro, es probable que algún jumpscare te atrape en el camino, pero la mayoría resultan poco emocionantes.
Sin embargo, Baghead está determinado a continuar una historia sin un rumbo claro. Los personajes no ayudan. Iris no termina por desenvolverse completamente cuando la cinta comienza a desviar la atención en el origen de la extraña criatura y en Neil (Jeremy Irvine), un hombre que, con tal de volver a ver a su esposa, se arriesga a interactuar con la presencia sobrenatural.
Recurrir a la premisa de hablar con los muertos no resulta el problema. Háblame de Danny y Michael Philippou ofreció una propuesta refrescante en 2023, con una mano embalsamada como el nuevo reemplazo de la clásica ouija, junto con otras referencias actuales.
En cambio, Baghead no concluye y se muestra indecisa incluso en su cierre. A tal punto que el espectador puede tener dificultades al empatizar con los personajes y al conectar la historia con el apresurado desenlace.
Aunque su intención tiene mucho por ofrecer, especialmente la sed de poder sobre aquello que no podemos controlar, el filme muestra de forma confusa las consecuencias de los arrepentimientos y de los intentos por reparar los errores con los seres que hemos perdido.
Baghead llega a cines este 8 de febrero. ¿Le darás una oportunidad?
