A través de 45 minutos, mgk regresa fresco y versátil con su nuevo álbum Lost Americana. Un viaje entre tonos dulces y letras amargas.
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mgk busca seguir relevante con su álbum Lost Americana
Tras su paso por rehabilitación mgk regresa tras 3 años sin un álbum, ahora con Lost Americana. Un paseo por una gran variedad musical que deja al descubierto el poder sonoro de Colson Baker.
Mientras “outlaw overture” suena a una introducción de Dragon Ball Z, mgk abre este material con un power pop, pegajoso que pareciera seguir la línea del éxito de Tickets To My Downfall que lo llevó a la cima en 2020.
Pero aunque su auge de la pandemía lo situara como una de las promesas que revivió el pop-punk, Colson Baker decidió tomarse un descanso de aquella música y fama, para regresar más sano y más expresivo que antes.
A lo largo de los 5 minutos que dura el primer track de este álbum, el viaje sonoro comienza. Pues la potencia disminuye en el minuto 3 para dejar claro que este no es un disco de pop-punk. Sino la verdadera naturaleza de mgk.
Desde los inicios del músico, a pesar de proyectarse en su mayoria hacia el rap. La curiosidad de Baker lo decantaba a ratos hacia lo pop, y por supuesto el alternativo que lo cobijó por años con grandes colaboraciones junto a bandas de renombre como Sleeping With Sirens, entre otras.
Tras décadas de crear música, pareciera que el boom golpeó al cantante y músico, y lo hizo reflexionar sobre su rumbo dentro de la industria.
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Canciones amargas en sonidos alegres
Si bien la lírica de mgk nunca se ha destacado por contar pasajes alegres, Lost Americana no es la excepción.
Con dolores que atañen al músico de 35 años, y una vida que a navegado entre mares turbios auspiciados mayoritariamente por su propio descontrol. Colson parece que busca reafirmarse a él mismo su propio camino.
Entre toques country, pop, rock, indie y folk, los 13 tracks que conforman esta nueva entrega son poderosos, digeribles y dejan ver lo que realmente puede hacer el artista.
Con gran versatilidad, mgk nos demuestra que su sonoridad sí es ese icónico pop-punk que lo posicionó en 2020, pero también es ese sonido oscuro de su rap de décadas. Así como la exploración de la tendencia sonora entre los más jóvenes.
Con cajas de sonido, riffs noventeros y uno que otro guitarraso más pesado, Lost Americana es un acierto para el músico.
“don’t want run fast” y “goddamn” son dos pasajes que se contraponen, mientras uno es una pieza rápida que busca subir las revoluciones del álbum, la segunda los baja de golpe con una balada más al estilo country pop, fusionada con su característico rap.
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Lost Americana de mgk tiene una canción para ti
Con varios ritmos, y propuestas. No cabe duda que Lost Americana de mgk, cuenta con una canción que podrás adoptar no importa el género que te guste. Pues es un álbum alternativo que viaja en muchas direcciones, pero en ningún momento se contrapone.
Al contrario, se nutren como si fuera lo más natural. Pues sabes dónde comienza una y termina otra. Cosa que, con sus dos álbumes anteriores era difícil de decifrar, pues apelaba a la tendencia de lo que se quería y esperaba de él.
Ver que el músico ha decantado más de su dolor y aprendizaje en diversos formatos, es la consecuencia de ser flexible a la hora de crear.
Como una escuela de lo que mgk ha aprendido a lo largo de los años, este álbum se desarrolla de principio a fin, complaciendo a él y al escucha en algún punto de la reproducción.
“miss sunshine” y “sweet coraline” son dos apuestas novedosas dentro de la música del rapero que, extrañamente son de las más relevantes dentro del material.
Mientras “indigo” es la vieja escuela de lo que mgk domina a la perfección.
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Lost Americana y su final de agua calma
Tras “starman” el álbum apea. La rapidez, y el dream pop se queda a un lado, y comienza a descender.
Con notas más calmas, “tell me whats up”, “can’t stay here” y los tracks por delante fungen como una cierre largo pero necesario dentro de la escritura y creación de Colson.
Demasiado personal, es una de las descripciones más acertadas para la música de mgk, pues nos queda claro que todo está hecho para expiar su existencia, como un método de redención dónde el único que se necesita aceptar es él mismo.
Lost Americana es fresco, es divertido y emotivo. Donde la música fluye sin contenedores ni limitantes; y donde mgk deja ser lo que siempre ha sido y lo que quiere ser.