Spiritbox evoluciona su sonido con Tsunami Sea para entregar una dolorosa joya

Spiritbox Tsunami Sea
Spiritbox lanza Tsunami Sea, su segundo álbum de estudio.

A poco más de tres años de su último material de larga duración, Spiritbox lanza su segundo álbum Tsunami Sea. Casi como una premonición, la ola sonora te elevará a otro nivel, mostrando la capacidad de la banda para evolucionar su música.

Eternal Blue fue el proyecto debut de la banda originaria de Canadá. Su estreno en septiembre 2021 vino como un golpe intenso para los fans del metalcore, entre otras cosas, por la icónica voz de su frontwoman: Courtney LaPlante.

El álbum se colocó en el primer lugar de las listas de rock de Billboard durante su semana de estreno. Y llegó al top 13 del Hot 200 en aquellas fechas. Por lo que, si eras fan de Gojira, Architects, Bad Omens y Poppy, deberías estar escuchando a Spiritbox.

Tres años y medio después, luego del lanzamiento de dos EP (Rotoscope y The Fear of Fear), la agrupación estrena un material de estudio que muestra su capacidad para renovarse.

Spiritbox: Tsunami Sea es una tormenta intensa

Un largo prólogo introduce al disco con “Fata Morgana”. Una oleada de dolor retumbaba con el poder de los riffs de los bajos y los growls de Courtney LaPlante. Definida por el propio Mike Stringer como la “declaración de la misión” del álbum.

Le sucede “Black Rainbow”, cuya música destaca a través de sus grandes breakdowns en un tono industrial. Para dar un giro a través de “Perfect Soul”, su segundo sencillo.

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Más tarde, la banda baja el ritmo para transcurrir con fluidez a una de sus canciones más melódicas: “Keep Sweet”. Courtney contó a Louder que el tema es dulce y amargo al mismo tiempo. 

“Es un sabor amargo en la boca, una excelente manera de intentar que alguien que no es mujer sienta empatía por lo que se siente ser mujer”.

Sus letras reflejan angustia, la necesidad de dejar de sentir cuando todo pesa, lo devastador de no ser suficiente, el enojo. Aquí también hay fantasmas, huesos, dientes, cráneos. Tsunami Sea de Spiritbox es un material oscuro que navega entre la ensoñación y las pesadillas.

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Conjunta lo mejor de las tendencias

Spiritbox traduce la densidad de sentirse devastado a través de las 11 canciones de Tsunami Sea. En un metalcore lleno de sintetizadores, los cuales de vez en vez cuentan con toques electrónicos. Su álbum es, como su nombre lo versa, un tsunami. Que arranca con una tormenta, se calma y retorna para arrasar con todo.

“El tsunami es una de las peores cosas que le pueden pasar a cualquiera. Hace que te sientas muy pequeño, impotente para pararlo. Es más rápido, más grande y más fuerte que tú. Luego se lleva todo. Cuando estás en un punto de quiebre en tu salud mental se siente como esto”, explicó LaPlante a NME.

De ahí la curaduría: Arrancar con la brutal “Fata Morgana” y rumbó al cierre ubicar su último sencillo “No Loss, No Love”. Canción por canción vivirás la tormenta de la banda, con temas algo inesperados como “Crystal Roses”, una rola más electro pop.

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El álbum concluye con “Deep End”, como una especie de esperanza tras el ciclón. El track lo dedicaron a su compañero y ex-bajista Bill Crook, quien falleció en julio de 2024.

“Escribimos Deep End antes de que Bill falleciera, pero esa canción ahora, para mí, es mi faro para él”, narró LaPlante.

La vocalista afirmó que se tomaron su tiempo para la creación del proyecto, sin sentirse presionados por sacar un nuevo material justo después de Eternal Blue. Se agradece.

“Sólo quiero que las personas escuchen mis canciones. Tuvimos crisis y lloramos por ellas. Eso es todo lo que obtendrán de esto. No es la segunda venida de lo que sea el Jesucristo del metalcore. Sólo somos nosotros”, dijo a NME. 

Spiritbox conjunta la evolución de lo mejor de las tendencias dentro del metalcore a lo largo de las últimas dos décadas. Por algo son una de las bandas más destacadas de la escena actual, que no deja de explorar con los géneros para sostener su frescura metalera.

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