Ichiko Aoba te sumerge en las profundidades del océano con Luminescent Creatures

Ichiko Aoba Luminescent Creatures
Ichiko Aoba estrena su 7mo material Luminescent Creatures. FOTO: ICHIKO AOBA.

La séptima producción de estudio de Ichiko Aoba, Luminescent Creatures es un viaje sonoro a través de las profundidades del océano. El álbum de 11 tracks te llevará al principio de los tiempos y reflexionar nuestra existencia en la tierra. 

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Ichiko Aoba refelxiona sobre el mar y la humanidad en Luminescent Creatures

“​​COLORATURA” abre este espacio sonoro, donde el viento se escucha y se combina con campanillas tintineantes, acompañadas de un piano y una flauta. Mientras en el fondo de todo, la voz de Aoba surge como una invitación hacia un lugar desolado. 

Ichiko Aoba nos sitúa geográficamente en su segundo track, “24° 3′ 27.0″ N 123° 47′ 07.5″ E”, coordenadas del faro de la Isla de Hateruma. 

La isla, que es perteneciente a la prefectura de Okinawa, Japón, es el espacio de desarollo de este nuevo material. 

Una ubicación clave para entender a fondo el álbum más profundo, reflexivo y filosófico de la multiinstrumentista japonesa. 

Luminescent Creatures, nombre del álbum de Aoba, refiere al océano. A esas especies luminiscentes que existieron antes que los humanos en la tierra, y cómo la vida viene del agua. 

Tras un viaje de investigación en Ryukyu, Aoba quedó fascinada por la belleza ilimitada y el terror ocasional  del océano. Reflexionando sobre la inmensidad y la antiguedad de éste. La chica se sumergió en el agua con lo que su capacidad pulmonar se lo permitía, para ver, sentir y evocar música que se refleja en este material. 

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Las profundidades del mar

mazamun” suena como una canción de consuelo, “juego con el mundo que flota en mis oídos, hipnosis, voces humanas,” canta Aoba. Como si la existencia humana fuera un capricho, uno que no recuerda sus orígenes a conciencia pero que el agua llama. Como las espadas a la guerra. 

La ubicación de Luminescent Creatures de Ichiko Aoba es un punto clave para entender las reflexiones que hace la chica a lo largo del material. 

La isla de Hateruma hoy es conocida por su llamado turístico, gracias a sus profundos azules, y los corales que habitan en sus aguas. Pero no siempre fue una tierra paradisiaca como hoy se vende. 

Hateruma es la isla donde se libró el combate de Okinawa y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, época donde los japoneses evacuaron a los habitantes y éstos fueron expuestos al brote de malaria. 

En marzo de 2024, el gobierno erigió por primera vez un memorial que recuerda a las víctimas de esta enfermedad en la época de la Segunda Guerra Mundial. Décadas después como si la Isla no existiera en la memoria trágica del país. 

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“tower” inunda los oídos con un nítido piano y los acordes de guitarra acústica de Aoba, mientas “aurora” es una canción casi a capela llena de armonías, que nos hacen sentir en un bucle marítimo donde sólo el agua nos rodeara. 

“¿Es cierto que renacemos tantas veces?” canta Ichiko Aoba en “FLAG”, preguntándose por la existencia misma de las cosas. Como un acto de resistencia y de contemplación al paso del tiempo que pareciera eterno. 

La existencia eterna del mar y la tierra 

Como un subibaja de emociones, “Luciferine” juega con diversos tonos, a veces alegres y rápidos, como si despertara curiosidad. Otros calmos y un tanto oscuros. Como un viaje que te toma de la mano para seguir sumergiéndote en sus acordes. 

Continuando este viaje llega “SONAR”, como un sonar marino. La canción hace una metáfora de la búsqueda de la conexión humana en medio de las profundidades de la soledad.

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Con una isla afectada por la contaminación de combustibles fósiles como inspiración, Luminescent Creatures de Ichiko Aoba es un viaje sonoro impresionante, que llega a cada fibra del cuerpo. Estremeciéndolo, e invitándolo a despejar la mente frente a la inmensidad del océano, la existencia, y lo que nos rodea. 

El álbum cierra con “惑星の泪 (Wakusei no Namida)” recrea el adiós a las tonalidades azules y verdes del agua, como si la expulsara, pero su corazón se quedara cautivo.